Lamento lo sucedido, perdón por haberte causado daño, lo siento... Las palabras de perdón son tan simples y a la vez difíciles de pronunciar, sobre todo cuando uno está molesto, o cansado de algo o de alguien, pero son estas palabras las que nos darán paz interior. La reconciliación o el perdón luego de un mal momento vivido nos da una sensación de alivio espiritual incomparable, no solo a nosotros sino al perdonado, sea un amigo, vecino, pariente, esposa/o, hijo/a, etc. Perdona y pide perdón siempre que te sea posible. No es sencillo, lo sé, pero tampoco imposible. No llenes tu interior con pensamientos de odio, de rencor, de ira, de dolor, ya que nuestro estado de ánimo depende de nuestros pensamientos, de lo que llevamos dentro, y eso se refleja en el exterior; en tu mirada, en tus gestos, en tu rostro. Caminando por la calle solo vemos rostros de amargura, preocupación, tristeza, desanimo, muy pocos sonriendo y así como la risa es contagiosa, también lo es la tristeza y todas nues
Recuerdos: Recuerdo haber tenido una infancia muy bella, llena de juegos, alegrías, también conflictos, pero lejos de preocupaciones, era feliz sin saberlo, tenía a mi madre, mi padre y 5 hermanos. Que lindo recordar esos momentos, uno debería tener presente siempre los días que nos hicieron feliz esos días, por más pocos que hayan sido, nos ayudan a seguir en el camino de la vida, dándonos aliento, esperanza, motivándonos a actuar bien, a ser buenas personas, ya que lo que hacemos vuelve a nosotros tarde o temprano. Un momento muy triste que me tocó vivir, fue la perdida de mi madre cuando tenía 10 años de edad; cuando un ser querido abandona este mundo queda un espacio vacío que es difícil llenar. La pérdida de una madre o un padre en la mayoría de los casos suele ser un daño muy grande en el seno familiar, de pronto todo deja de girar. Lo mismo sucede en un divorcio, una separación con hijos de por medio. Mi padre nos brindó todo su amor, no imagino como habrá sido para él estar